¡Pa habernos matao!

Programa 31 07/03/07 ¡QUERIDAS OYENTES!, y estimados oyentes, Por los pelos puedo esta semana escribir estas líneas de opinión en la página web de “A Través del Universo”, aunque aún me tiembla el pulso y me late taquicárdicamente el corazón. ¡Qué miedo he pasado, creí que no iba a contarlo! A los malditos pr

¡Pa habernos matao!

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 Programa 31 07/03/07
¡QUERIDAS OYENTES!, y estimados oyentes,

Por los pelos puedo esta semana escribir estas líneas de opinión en la página web de “A Través del Universo”, aunque aún me tiembla el pulso y me late taquicárdicamente el corazón. ¡Qué miedo he pasado, creí que no iba a contarlo!

A los malditos presentadores del programa se les ocurrió la peregrina idea de visitar el extraño objeto que se encuentra en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Ese extraño y esotérico objeto conocido como “Sagitario-A-estrella” es uno de esos ponzoñosos agujeros negros que a punto estuvo de tragarnos y mandarnos dios sabe si a otra dimensión ¡Yo que ya me frotaba las manos pensando que iban a mandar de nuevo al capitán Kirk, con el peludo y sucio Chewaka, o al reportero urbanita ese, o a mi odiado Astromático, el programadorucho ese! ¡Hasta estaba pensando ya en el título de mi sección! Me veía rodeado de mis admiradoras haciendo mi sección, a la que habría llamado “Los Ángeles de Felipe Astrologuito” (dos rubias y una morena, ¡cómo en la serie!) Pero, ¡no!, los cutres de Pablo y Emilio me la jugaron de nuevo, ¡y se empeñaron en que fuéramos NOSOTROS al centro de nuestra galaxia!

¡En mi vida había pasado tanto miedo (y eso que he vivido mucho, y me he enfrentado a fuerzas ocultas en repetidas ocasiones, saliendo siempre victorioso). Me pusieron al lado de la ventana de la nave, para que si pasaba algo fuera el primero en morir, y luego me sometieron a esas aceleraciones inmundas, que hicieron que las lentejas que me había comido bailaran por mis tripas más que esas estrellas que giran como locas alrededor de “Sagitario-A-estrella”, el centro ese de nuestra galaxia. Y para colmo, ¡mi asiento era el único que no tenía cinturón de seguridad!

Lo que vi fue de verdad bonito, pero no les perdono el miedo pasado, y el estar vivo de milagro ¡Hasta se me rompió mi bola de cristal de roca, tan buena para predecir el futuro y ver el pasado! Estoy vivo gracias a Antxón Alberdi, que compartió conmigo la ventana de la nave y me dejo su cinturón de seguridad, y gracias a la pericia de Ana, que tan bien pilotó nuestra nave….

¡Aún no me he recuperado!
¡Malditos ineptos, chupacabras y nimios presentadores!....¡QUIERO MI SECCIÓN!

Felipe ASTROLOGUITO.
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