El acertijo - La radiación de fondo de microondas, pág. 3

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De: Felipe Checa
Fecha: 23 de mayo de 2007 11:01:23 GMT+01:00
Subject: Acertijo

En primer lugar hay que saber qué son las microondas. Por definición, se conocen como microondas las ondas electromagnéticas (EM) que tienen una frecuencia comprendida entre los 300Mhz y los 300Ghz..

Lo siguiente que hay que saber es que la energía de una onda no tiene que ver con su frecuencia, sino con su amplitud o intensidad. Por ejemplo, haciendo un símil, podemos iluminar una estatua con luz blanca (un tipo de onda). Podemos hacerlo más o menos variando la intensidad de la luz sin que varie el color, su frecuencia. Las ondas, al expandirse en todas las direcciones pierden parte de la energía que tenian al ser creadas, haciendo que la estatua quede más iluminada si tenemos el foco cerca o más oscura si el foco está más lejos.

Toda la materia del Universo (excepto la Materia Oscura) emite ondas EM dependiendo de su temperatura. Cuanto mayor sea ésta, mayor será la frecuencia a la que emite. Hay cuerpos tan calientes que emiten en unas longitudes de onda tan altas que podemos captarlas con nuestros ojos, que son capaces de “ver” una pequeña fracción de esas ondas EM , fracción que llamamos luz visible, y que tiene una frecuencia muchísimo mayor que las microondas. Un cuerpo que esté a una temperatura de unos 500ºC ya emite en unas longitudes de onda capaces de ser captadas por nuestros ojos.

Bueno, al grano. La molécula de agua es una molécula polarizada, o sea que tiene un polo Norte y un polo Sur. Si la introducimos dentro de un campo magnético, la molécula, al estar en estado líquido y poder moverse libremente, se orientará en un sentido o en otro dependiendo de la polaridad de dicho campo. Si hacemos cambiar el sentido del campo magnético, la molécula también cambiará su orientación. Al hacer cambios en la polaridad del campo muy rápidamente chocan unas moléculas con otras y ese rozamiento produce el calor. En un horno de microondas, el campo magnético generado por las ondas EM cambia unos dos mil cuatrocientos millones de veces por segundo (2,4 Ghz). A esta velocidad de cambio, se produce un calentamiento apreciable dentro del líquido. Si dentro del microondas no hay agua o cuerpos que la contengan no se produce calor. Los cuerpos que no contienen agua no se calientan dentro del horno y eso nos permite tener recipientes aptos para cocinar en su interior.

A unas frecuencias más bajas, el ritmo de generación de calor no sería probablemente suficiente para que el líquido se calentase más rápidamente que se enfriase al ceder el calor al medio circundante.

El generador de las microondas se encuentra normalmente en un lateral del horno. Esto implica que el alimento que deseamos calentar lo hará más por ese lado, ya que está más cerca del foco emisor y las ondas le llegan con más energía que por el lado opuesto. Para que el calentamiento sea uniforme, se incorpora en la base del horno un plato que hace girar el alimento y que sea bañado por las microondas por todos sus lados.

Ejemplos de que no sólo las microondas son capaces de producir efectos apreciables dependiendo de su intensidad, lo tenemos por ejemplo en el sonido que producen los cables de alta tensión en lineas aéreas por las que circula una gran energía, ionizando el aire a su alrededor y produciendo ese sonido característico. Tambien podemos oir ese ruido en forma de interferencia en equipos de audio en los que se introduce con una frecuencia de sólo 50Hz. que se incrementa al acercarnos y se pierde al alejarnos de los cables.

O los “edificios enfermos”, algunos de los cuales tienen problemas de radiaciones EM en su interior al tener muchos aparatos eléctricos en funcionamiento.

O las antenas de los repetidores de telefonía móvil. Nadie quiere tenerlas cerca de su casa por miedo a padecer algun tipo de enfermedad provocada por las ondas que emiten. En cambio no hay problema por tenerlas alejadas.

Así es que, aunque digan que no, ojito con usar excesivamente el teléfono móvil, ya que emite en bandas consideradas de microondas, a una potencia muy baja pero con una proximidad extrema a nuestro cuerpo, tocándonos la oreja.

Hoy día se tiende a tener todo comandado inalámbricamente. Bluetooth, WiFi... la suma de energías que podemos llegar a tener en un entorno determinado causadas por ondas EM seguro que supera la que nos aporta la Radiación Cósmica de Fondo.

La Radiación Cósmica de Fondo nos llega con una amplitud tan baja despues de expandirse durante miles de millones de años, que apenas tiene la capacidad de crear unas pequeñas interferencias en equipos de comunicaciones. Por eso no nos achicharramos. Probad a dejar el móvil junto a un equipo de audio durante un rato. Seguro que en un momento u otro escucharéis la interferencia provocada por el mantenimiento de la conexión cada cierto tiempo con el repetidor. La RCF no la escucharemos jamás por ese medio.

Espero que con esta pequeña explicación haya quedado mínimamente resuelto El Acertijo por mi parte.

Como mínimo ha sido muy gratificante el buscar información complementaria a la que ya tenía para aclarar los conceptos sobre este tema.

Un saludo a todo el equipo del Programa y tambien al resto del personal del IAA.

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